Las patentes son una de las formas más antiguas de protección de la propiedad intelectual; y entre ellas se puede saber que es el elemento inventivo que le dirige su aplicación industrial. Y, al igual que todas las formas de protección de la propiedad intelectual; el objeto de un sistema de patentes consiste en alentar el desarrollo económico y tecnológico recompensando la creatividad intelectual.

   Así pues, a fin de ser patentable, una solicitud para patentar una invención debe demostrar que se encuentra entre los tipos que pueden ser protegibles por una patente. Y ser: nueva o novedosa, no obvia, es decir, que debe introducir un elemento inventivo, útil; es decir, susceptible de aplicarse.

Qué es el elemento inventivo

 ¿Qué es el elemento inventivo?

   Para que se conceda una patente se precisa un elemento inventivo. No obstante, la invención debe constituir un avance suficiente para ser considerada “no obvia” por una persona que cuente con un conocimiento medio en la disciplina en cuestión. Si resulta obvio para una persona que cuenta con un conocimiento medio en la disciplina en cuestión en relación con el estado de la técnica antes de la invención, no se considerará patentable.

¿Cómo se determina la aplicación industrial?

  A fin de poder aplicarse y considerarse patentable en virtud de la “aplicación industrial”, la invención debe poder ser utilizada de algún modo en la práctica.

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